Alguien
que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos. Que me rompa las medias
con la boca, y luego me compre otras. Alguien que cosa disfraces a mis días
malos y los convierta en buenos. Que no se enfade si no me entiende, si no me
entiendo y lo mareo. Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga
enmudecer. Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí, pero que tampoco lo
dude…Que no me haga sufrir porque sí, pero que no me venda amor eterno
manoseado. Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la
mano. Que no me compre con regalos, pero que tenga mil detalles de papel. Alguien
con el que me pase las horas charlando sin llegar al aburrimiento. Que no le
guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tengo ganas. Que de vez en
cuando decida perseguirme en los bares y conocerme otra vez. Que me mire, lo
mire, y me tiemblen las piernas sin remedio. Alguien que esté loco por mi, y
que no me lo diga solo los días de resaca. Alguien que no me prometa futuros
que me dará y sea el día de hoy lo más importante. Alguien que me eche de menos
antes de haberme ido. Que si se pone animal, sea solo en la cama, y me mate a
besos por la mañana. Que no se acostumbre a mí y no deje de inventar nombres
nuevos para despertarme. Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de
mis celos de hojalata…Alguien que esté dispuesto a intentarlo. Pero sobre
todo…Alguien que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha
encontrado.