jueves, 2 de junio de 2011


Confieso que tengo muy poca paciencia
Confieso que no puedo dormir tapada y con una mano afuera, porque tengo la sensación de que alguien me la va a agarrar.
Confieso que después de llorar, siempre me rio. 
Confieso que todavía no sé como se usa Twitter
Confieso que cuando quiero soy la persona más garca del mundo.
Confieso que no sé leer la hora en los relojes de agujas
Confieso que en este año quiero estudiar (aunque no sea lo visible)
Confieso que lo primero que les miro a los chicos son los labios.
Confieso que exagero las cosas
Confieso que puedo entender a todo el mundo, pero jamás me voy a entenderme a mi misma.
Confieso que muy pocas personas me conocen de verdad.
Confieso que soy muy sincera, demasiado.
Confieso que me dejo llevar por mi enojo y cuando me enojo, culpo a todo el mundo. 
Confieso que actuó y después pienso.
Confieso que no puedo ver llorar a nadie, porque no se que decir.
Confieso que soy la más celosa, aunque muchas veces no lo demuestro.
Confieso que no me gusta demostrar nada.
Confieso que no quiero cambiar nada de mí.
Confieso que me hoy lo veo todo distinto. (Y me gusta eso)